La alta finanza judía detrás de la revolución bolchevique.
Un documento del Servicio Secreto americano
El comunismo apoyado y financiado por la Alta Finanza judía
PARTE 1
El dinero que permitió el establecimiento del comunismo en la Rusia Soviética fue suministrado por los grandes banqueros judíos de New York. La prueba de ello fue dado al mundo por el Servicio Secreto de los Estados Unidos (Second Army Bureau) en una comunicación dirigida a todas las Embajadas de los países aliados. Este documento sensacional ha sido publicado desde 1920 en muchas publicaciones patrióticas en muchos países. También ha sido impreso en "The Mystical Body of Christ in the modern Woeld” por el reverendo Denis Fahey, Profesor de Teología en la Blackrock College, Dublin, Irlanda. Los comentarios del Reverendo Fahey y los textos del documento se leen de este modo:
"El principal documento sobre la financiación rusa es el descubierto por el Servicio Secreto Americano y transmitido por el alto comisionado francés a su gobierno. Fue publicado por Documentación Católica de Paris el 6 de marzo de 1920 y precedido de las siguientes observaciones: "La autenticidad de este documento esta garantizada por nosotros. Con respecto a la exactitud de la información que contiene, el Servicio Secreto Americano toma su responsabilidad". Este documento fue citado en 1920 en un suplemento del periódico "La Vieille France" que añade:
"Todos los gobiernos de la Entente estaban al tanto de este memorandum, sacado de los datos del Servicio Secreto Americano y mandado al Alto Comisionado Francés y sus colegas. El memorandum también se puede encontrar en el trabajo de Mr. Jouin "Le Perfil Jud.eo-MaFonique" part. III, pág. 240-351, con la observación de que los judíos habían puesto obstáculos para su publicación. Así la gran mayoría de la gente no tenía noticias de sus existencia". Así como el origen judío de Kerensky que trajo la revolución rusa de 1917 ha sido discutido, parece ser muy cierto que fue hijo del judío Aronne (Aaron) Kerbis y de la judía Adler. El documento se divide en ocho secciones. Están aquí reproducidas beneficio de los lectores.
EL DOCUMENTO
(Informe del Servicio Secreto Americano)
"Sección I. En febrero de 1916 se descubrió lo que se estaba fomentando en Rusia, se encontró que en este trabajo de destrucción estaban implicadas las siguientes personas, así como los siguientes bancos: Jacob Schiff, judío; Guggneheim, judío; Max Breitung, judío; Kuhn, Loeb & Co., casa financiera de la que son directores los siguientes: Jacob Schiff, Felix Warburg, Otto Kahn, Mortimer Schiff, S.H. Hanahuer (todos judíos).
"No hay duda de que la Revolución rusa que estalló un año después de que la información fuera recibida fuera cometida y fomentada por influencias judías. En abril de 1917 Jacob Schiff hizo una declaración pública que fue gracias a su ayuda financiera que la revolución rusa había tenido éxito.
"Sección 2. En la primavera de 1917 Jacob Schiff empezó a suministrar fondos a Trotsky (judío) para traer la revolución social en Rusia. El periódico de New York "Forward", que es un órgano judeo-bolchevique, dió una suscripción para el mismo propósito.
"A través de Estocolmo el judío Max Warburg, asimismo proporcionó fondos a Trotsky. Ellos también recibieron fondos del sindicato Westphalian-Rhineland que era una importante empresa judía, así como de otro judío, Olaf Aschberg del "Nya Banken" de Estocolmo y de Givotovsky, judío, cuya hija estaba casada con Trotsky”.
CAPITALISTAS JUDÍOS SE UNEN A LOS COMUNISTAS
Así se establecieron las comunicaciones entre los judíos multimillonarios y los judíos proletarios:
"Sección 3, En octubre de 1917 tuvo lugar en Rusia la revolución social, gracias a la cual ciertas organizaciones soviéticas consiguieron la dirección del pueblo ruso. En estos soviets, los siguientes individuos, todos judíos, se hicieron notables a sí mismos: Lenin (nombre real Ulianoff); Trotsky (Bronstein), Steckloff (Nakames), Martoff (Zederbaum), Zinovieff (Apfelbaum), Kámeneff (Rosenfeld), Dan (Gourevitch), Ganetzky (Furstenberg), Parvus (Helphand), Uritsky (Padomilsky), Larin (Lurge), Bohrin (Nathansohn), Martinoff (Zibar), Bogdanoff (Zilberstein), Garin (Garfeld), Suchanoff (Gimel), Rammelff (Goldmann) Sagerski (Krochamnn), Riazanoff (Goldenbach), Solutzeff (Bleichman), Piatnitzky (Ziwin), Axelrod (Ortodox), Glasunoff (Schiltze), Zuriesain (Weinstein), Lapinsky (Loewenson). El escritor desea añadir que muchos autores están convencidos de que la madre de Lenin fue judía.
(Nota. Lenin estudió con estudiantes judíos sionistas en Suiza. El corresponsal inglés en Rusia, Victor Marsden se refiere a Lenin como un judío Calmyc, casado con una judía, cuyos hijos hablaban yiddish. Herbert Fitch, un detective de Scotland Yard que espió a Lenin como camarero dijo que era un “típico judío”).
"Sección 4. Al mismo tiempo el judío Paul Warburg (que había estado con el Federal Reserve Board) fue destacado por ser un activo contacto de ciertos notables bolcheviques en USA. Esta circunstancia junto con otros puntos que se habían obtenido con esta observación, fue la causa de no ser reelegido por el Comité Mencionado (Federal Reserve)”.
"Sección 6. Por otra parte, Judas Magnes, subsidiado por Jacob Schiff, estuvo en estrecho contacto con la organización sionista mundial, Poale Zion, de la cual es virtual director. El final de esta organización es establecer la supremacía internacional del Jewish Labour Movement. Aquí vemos de nuevo la conexión entre los multimillonarios judíos y el proletario judío”.
"Sección 7. Apenas había estallado la revolución social en Alemania cuando la judía Rosa Luxemburg, automáticamente asumió la dirección política. Uno de los jefes del movimiento internacional bolchevique fue el judio Haase. En este tiempo la revolucion social en Alemania desarrolló las mismas directrices que la revolución social en Rusia”.
"Sección 8. Si tenemos en cuenta el hecho de que el Jewish Banking-House de Kuhn, Loeb & Co. en contacto con el sindicato Wesphalian-Rhileland, German Jewish House, con los Hermanos Lazare, Jewish House de Paris, Jewish House de Gunsbourg de Petrogrado, Tokio y Paris, si por añadidura remarcamos que las arriba mencionadas Jewish Houses estaban en estrecha relación con la Jewish House de Speyer & Co. de Londres , New York y Frankfurt del Main, así como el Nya Banken institución judeo-bolchevique de Estocolmo es manifiesto que el movimiento bolchevique era la expresión general de un movimiento judío y que ciertas bancas estaban interesadas en la organización de este movimiento".
JUDÍOS CAPITALISTAS
Pueden ser de interés algunos comentarios sobre los personajes arriba mencionados. De acuerdo con el Echo de Paris de 28 de abril de 1920, Max Warburg es la cabeza del Bank Max Warburg & Co. de Hamburgo. Es el accionista Jefe en la Hamburg American Line y la Detuscher Lloyd. Sus dos hermanos, Paul y Felix, uno de los cuales estaba casada con la hermana política y el otro con la hija de Jacob Schiff (nacido en Frankfur), están con Schiff a la cabeza del Banco Kuhn, Loeb & Co.
Del German-Bolshevik Conspiracy, pág. 27, editado por el Comité de Información Pública, Washington D. C, octubre 1918, aprendemos que Max Warburg suministró dinero a los bolcheviques. El telegrama siguiente aparece así: "Estocolmo, 21 de septiembre de 1917: Mr. Raphael Scholan, Haparad. Apreciado camarada, en conformidad con un telegrama del Westphalian Syndicate, Max Warburg and Co. Bank informa que se abre una cuenta para la empresa del camarada Trotsky. Firmado: J. Furstemberg". Por información suministrada por las fuentes francesas, Jacob Schiff ha dado 12.000.000 de dólares USA para la revolución rusa de 1917....
Parece que el verdadero nombre de la persona mencionada arriba en la sección 3, bajo la denominación de Parvus es Israel Lazarevitch Helphand que es un judío de la provincia de Minsk en la Rusia blanca. Tomó parte en trabajos revolucionarios en Odesa, En 1886 se fue y finalmente, después de muchas divagaciones llegó a Copenague donde amasó una gran fortuna como agente jefe para suministro de carbón alemán a Dinamarca, trabajando a través del Partido Danes Socialdemócrata.
Dr. Ziv, en su vida de Trotsky relata que cuando estuvo en América en 1916 dijo a Trotsky "¿Cómo está Parvus?", a lo cual Trostsky replicó lacónicamente "completando su doceavo millón". Este es el judío multimillonario que después de Karl Marx fue el gran inspirador de Lenin. Fue bajo la intervención de Parvus que Lenin fue mandado a Rusia. Rusia no es un triunfo de los trabajadores sino que parece ser una gigantesca empresa de los capitalistas judíos para sus propios fines. (Lo precedente es una reimpresión de 'The Mystical Body of Christ in the Modern World" por el reverendo Denis Fahey del Blackrock College, Dublin, Irlanda, un libro de 1935, impreso bajo los auspicios de la Iglesia Católica).
LA CONEXIÓN DE LA BANCA JUDÍA Y EL COMUNISMO
En los últimos meses de 1936 el Conde de Saint-Aulaire que había sido Embajador francés en Londres después de la Gran Guerra publicó un libro titulado "Ginebra contra la Paz", editado por librería Plon de Paris. En este libro describió las declaraciones hechas ante él por un gran banquero judío de New York en un café de Budapest, justamente después de que Bela Kuhn hubiese empapado a Hungría de sangre cristiana. El banco judío mencionado en lo sucesivo es probablemente el Kuhn, Loeb & Co, de New York, los directores del cual eran Jacob Schiff, Otto H. Kahn, Paul y Felix Warburg. Lo siguiente está estractado del libro del Conde de Saint-Aulaire, pág, 85: "La situación explica como los aliados secretos de Bela Kuhn permanecían en Budapest después de su derrota y como fue que se les encontró en las mesas de misiones internacionales.
“Algunos de ellos eran miembros de aquellas misiones a las cuales sin duda encontraron muy manejables para el cumplimiento de sus planes. Bebiercn alegremente vino de Tokay con los aliados, y con Bela Kuhn también y cuando bebieron más de lo que los niños pueden tomar, perdieron sus lenguas. Después del armisticio una cantidad de israelitas revolucionarios que habían sido expulsados de Hungría, volvieron allí con uniforme americano. Fueron sus informes a Wilson los que inspiraron al Consejo Supremo la política en Europa central. Tomé nota de las propuestas hechas por uno de ellos. Era mi vecino de mesa en una de estas cenas internacionales, que son la mejor escuela de la diplomacia, pero que también pueden ser peligrosas. El se había convertido en director de uno de los grandes bancos de New York que había financiado a los bolcheviques, pero no era uno de esos banqueros que, como dice Louis-Philippe sobre Casimir Perier, "son corno una caja de dinero lanzada al suelo". El tenía unos horizontes más altos y se apasionaba al discutir otros problemas abstractos. Como un verdadero oriental hablaba en imágenes, añadiendo largas discusiones imaginativas a sus imaginaciones.
"Al banquero que había facilitado el camino para los bolcheviques se le preguntó como es que la Alta Finanza podía coger bajo sus alas al bolchevismo, cuando el bolchevismo se opone a aquellas cosas de las que depende la Alta Finanza, El banquero, que era uno de los que estaban encargados del cuidado de la población siniestrada después de vaciar su vino Tokay y chupar su caro cigarro, replicó.
"Aquellos que se sorprenden de nuestra alianza con los soviéticos, olvidan que el pueblo de Israel es la más nacionalista de las naciones, la más vieja, la más unida y la más exclusiva nación. Olvidan que su nacionalismo es de los más heroicos porque ha vivido toda clase de persecuciones y que es un nacionalismo puro y espiritual que se ha mantenido a través de los siglos sin territorio propio y afrontando todos los obstáculos. Es espiritual y universal como el papado, pero esta centrado en el futuro en vez del pasado y es la sal de la tierra... Y os diré la fórmula que aprendí en Newfoundland de los saladores de pescado, Aquí está. Demasiada sal quema la carne, demasiado poca la estropea, Es lo mismo con las mentes y las naciones. Haciendo un amplio uso de esta receta la sal es el símbolo de la sabiduría. La mezclamos secretamente en el pan de la humanidad y la aplicamos de forma destructiva sólo cuando deseamos rechazar completamente todas las trazas de un pasado desagradable tal como la Rusia de los zares. Esto debiera aclararos porque el bolchevismo es agradable para nosotros.
"Pero aparte de este ejemplo especial y detrás de sus límites, tenemos comunión con el marxismo en la Internacional, nuestra Religión, porque es el instrumento de nuestro nacionalismo, ahora un arma de ataque, ahora una de defensa, Ambos el Escudo y la Espada.
"Marxismo, decís, es el más amargo oponente del capitalismo que es sagrado para nosotros. Por la simple razón de que son polos opuestos, ellos nos entregan los dos polos de la tierra y nos permiten ser el Eje. Estos dos polos opuestos, bolchevismo y nosotros nos encuentran identificados con la internacional. Y estos dos opuestos, las doctrinas de los dos polos de la sociedad, en ¡encuentran en la unidad de propósito.
"La renovación del mundo por arriba, por el control de la riqueza y por abajo por los medios de la revolución”. "Durante siglos Israel vivió aparte de los cristianos, apiñados en Ghettos. Se suponía que esto mostraría a los Testigos de la Vieja Fe en la más profunda humillación, a fín de que los viesen los que creían en la nueva. Y se dijo que era una penitencia por la muerte de Dios hecho hombre. Sin embargo, esto fue lo que nos salvó, y será la salvación de la humanidad a través nuestro. De esta manera hemos preservado nuestro genio y nuestra nueva misión especial. Ahora somos los verdaderos creyentes. Nuestra misión consiste en diseminar la nueva ley y la creación de un Dios, o sea, clarificar la concepción de Dios, y hacerlo una realidad cuando llegue el momento. Para hacer esto hacemos sinónimo de Dios e Israel, Israel se ha convertido en su propio Mesías, nuestro triunfo final nos facilitará de este modo su llegada. Este es nuestro Nuevo Testamento. Traemos la reconciliación entre reyes y profetas, como dijo David, el Rey Profeta que unió ambas cosas en su propia persona. Somos reyes para que se cumplan las profecías, y somos profetas para no cesar de ser profetas". Aquí nuestro rey y profeta cesó para beber otro vaso de Tokay. Un oyente escéptico interrumpió aquí, "¿No estais corriendo un riesgo al convertiros vosotros mismos en mártires del mismo Mesías cuyos profetas y apóstoles clamais ser?. Aunque vuestro nacionalismo sea privado de todas las formas exteriores, éste frecuentemente roba a otras naciones. Y aunque vosotros desprecieis riquezas como medio de diversión no las rechazais como medio de poder. Entonces ¿cómo el triunfo de la revolución mundial opuesta al capitalismo podría preparar el camino al triunfo de Israel?".
El banquero que había preparado la revolución bolchevique contestó: "Estoy completamente enterado de que Jerobeam introdujo el culto del becerro de oro a Dan y Bethel y sé también que en los tiempos modernos la ¡-evolución es la gran sacerdotisa de este culto y la más habilidpsa alcahueta de su tabernáculo. Si el becerro de oro todavía se mantiene #ih pié, su más seguro pedestal es la lápida de los emperadores. Y por dos razones. Primeramente porque la revolución es sólo un desplazamiento o transferencia a otras manos de privilegios y riquezas. Nuestro becerro de oro está nutrido, entonces, no por la creación de riqueza, ni siquiera por su explotación, sino por su movilización, la esencia de la especulación. La mayoría de las veces cambia de manos, las más se nos deja en las nuestras. Somos corredores que aceptamos pedidos en todos los negocios de cambio, si lo prefieres publicanos que miran cada esquina del globo, tomando un porcentaje en cada negocio hecho en forma anónima, aunque sea un asunto de envios de un país a otro o fluctuaciones en el cambio. Al calmado y monótono sonido de prosperidad, preferimos los excitantes de "alta" y "baja", y no hay nadie como la revolución para producirlo, excepto una guerra que es, también, una forma de revolución. Segundo, la revolución debilita las naciones, y reduce sus poderes de resistencia para empresas exteriores.
“La salud de nuestro becerro de oro precisa que ciertas naciones deban estar enfermas, principalmente aquellas que no sean capaces ellas mismas de desarrollarse. Por otro lado nos sentimos junto a Francia, Inglaterra, USA e Italia. Estas nos han demostrado una noble hospitalidad y cooperamos con ellas para el desarrollo de la divilización. Pero tome por ejemplo la pre-guerra de Turquía, el "enfermo" como fue llamado por los diplomáticos, que nos ayudó a nosotros a permanecer sanos. Si recibimos concesiones de cada re• presentación, bancos, minas, puertos, ferrocarrilles, etc. en corto plazo su entera vida económica está en nuestras manos, y nos cuidamos tan bien de ella que ha muerto, al menos en Europa.
"Ahora que la acumulación de riqueza es común y que tenemos a la vista la consecución de nuestros fines, necesitamos otro enfermo, Esto por si mismo sería una razón suficiente, a parte de más altas consideraciones, para injertar el bolchevismo en la Rusia zarista, Rusia ahora es el enfermo en los días de post-guerra y es mucho más alimenticia que el Imperio Otomano. Estamos preparados para otro banquete. Pronto habrá un cadaver y no tendremos más que hacer que cortarlo". En la otra esquina de la mesa un "Enfant terrible" de la Sinagoga había esperado el momento para abrir la boca y dijo: "Se nos considera como aves de rapiña, pero en realidad somos más bien carroñeros" -"Sí, pero no debes olvidar el añadir que somos así sólo por el bien de la Humanidad" -replicó el que profesaba las nuevas creencias-, "la fuerza dinámica de nuestra naturaleza emplea ambas: construcción y destrucción, 'sin embargo lo primero sólo tiene significado para conseguir lo último. ¿Que eran países como Turquía y los viejos días de Rusia con sus sistemas feudales? Eran como paralizados limbos que estorban los movimientos del mundo entero, o cuágulos de sangre que paran importantes corrientes sanguíneas. Por medio de su disolución los hemos puesto otra vez en la 'circulación del cuerpo. Aún si unas pocas gotas de sangre se derramaran durante el proceso, no es motivo para excitarse. Es el precio más pequeño que debemos pagar por un gran acto de benevolencia.
"Otros nos llaman revolucionarios porque deseamos preservarnos a nosotros mismos. Ponemos nuestra organización para la revolución y nuestra propia conservación a prueba a través de la destrucción que realiza el bolchevismo y a través de la creación de la Liga de Naciones, que es también nuestro trabajo. De este modo lo primero es el acelerador y lo segundo la rotura del mecanismo del cual somos el poder que conduce y la dirección”. “¿Y la meta? Es tipificada por nuestra misión. Israel es una nación homogénea y sintética, compuesta de elementos que al vivir dispersos por el mundo están unidos en un bloque por la llama de nuestra revolución.
"Somos una liga de naciones, que contiene a todas en sí mismas. Esto nos da el derecho de unir a los otros a nuestro alrededor”. “Se nos acusa de ser el elemento de desintegración de los otros, pero esto es sólo durante el punto de fusión de la síntesis, del cual somos el mejor ejemplo. Nos desintegramos sólo en la superficie, despertando en el interior afinidades químicas que estaban oscurecidas hasta ahora. Somos los pequeños pastores comunes de las naciones con motivo de convertirnos en los más grandes "Federadores" comunes (para unir a todas las naciones bajo un mando). Israel es el microcosmos y el germen de la actividad del futuro".
PARTE II
FINANCIANDO LA REVOLUCION BOLCHEVIQUE
La Revolución Bolchevique de Rusia fue, obviamente, uno de los acontecimientos decisivos en la historia del mundo. Es un hecho histórico sobre el cual hay mucha falta de información. Los formadores de mitos y reescritores de la historia han hecho su labor de pintores de paisajes muy bien. El establecimiento del comunismo en Rusia es el clásico ejemplo de la segunda "gran mentira" del comunismo, esto es, que el movimiento es de las masas oprimidas que se levantan en contra de los patrones explotadores. Esta astuta decepción ha sido fomentada desde antes de la primera Revolución Francesa, en 1789. La mayor parte de la gente cree hoy que los comunistas tuvieron éxito en Rusia; porque fueron capaces de reunir detrás de ellos la simpatía y frustración del pueblo ruso, que estaba ya hastiado de la tiranía de los Zares. Esto es ignorar la historia de lo que realmente sucedió. Mientras que a todo el mundo se le recuerda que la Revolución Bolchevique tuvo lugar en noviembre de 1917, pocos saben que el Zar había abdicado siete meses antes, en marzo. Cuando el Zar Nicolás II abdicó, un gobierno Provisional fue establecido por el Príncipe Lvov, quien quería imitar al gobierno nuestro. Pero, desafortunadamente, el gobierno de Lvov permitió el régimen de Kerensky. Kerensky, un llamado socialista democrático, pudo haber estado dirigiendo un gobierno de vigilancia frente a los comunistas. Permitió que la guerra contra Alemania y los otros Poderes Centrales siguiera, pero él dictó una amnistía geperal para los comunistas y otros revolucionarios, muchos de los cuales habían estado exiliados después de la infructuosa Revolución Roja de 1905. De vuelta a la madre Rusia, llegaron 250 mil decididos revolucionarios y la condena del gobierno del propio Kerensky fue sellada.
En la Unión Soviética, como en todo país comunista (o como se llaman a sí mismos - países socialistas), el poder no ha venido a las manos, de los comunistas por el deseo de las masas oprimidas. El poder ha venido desde el tope hacia abajo, en cada circunstancia. Reconstruyamos brevemente la secuencia de la toma de posesión de los comunistas. El año es 1917. Los Aliados luchan con los Poderes Centrales. Los Aliados incluyen a Rusia, el Commonwealth Británico, Francia y, por abril de 1917, los Estados Unidos. En marzo de 1917 se pusieron en movimiento fuerzas planificadas para obligar al Zar Nicolás II a abdicar. El lo hizo bajo la presión de los Aliados, después de severos desórdenes en el capitolio Zarista de Petrogrado, desórdenes causados por los trastornos en el sistema de transportes, que aisló a la ciudad de provisiones alimenticias y llevó al cierre de las fábricas.
Pero ¿dónde estaban Lenin y Trotsky mientras todo esto sucedía? Lenin se hallaba en Suiza y había estado en Europa Occidental desde 1905, cuando fue exiliado por tratar de derribar al Zar en la infructuosa revolución comunista de ese año. Trotsky también estaba en exilio, de reportero de un diario comunista en el barrio bajo de Nueva York. Los Bolcheviques no eran una fuerza política decisiva en el momento en que el Zar abdicó. Llegaron al poder no porque las masas oprimidas de Rusia los llamaran de vuelta, sino porque hombres muy influyentes de Europa y los Estados Unidos los enviaron para allá. Lenin fue enviado a través de la Europa en guerra, en el famoso "tren sellado". Lenin llevaba consigo algo como US$ 5 a US$ 6 millones en oro. Todo estaba arreglado por el alto mando alemán y Warburg, a través de otro socialista de toda una vida, un . hombre muy rico llamado Alexander Helphand, alias "Parvus". Cuando Trotsky dejó Nueva York, a bordo del "S. S. Christiania", el 27 de marzo de 1917, lo hizo rodeado de 275 revolucionarios; la primera escala fue en Halifax, Nueva Escocia. Allí los canadienses agarraron a Trotsky y su dinero y los acorralaron a ambos. Para el gobierno canadiense ésta fue una actitud muy lógica, ya que Trotsky había dicho muchas veces que si él tenía éxito en llegar al poder en Rusia, él pararía inmediatamente lo que llamaba la "guerra imperialista" y pediría una paz separada con Alemania. Esto dejaría libres a millones de tropas alemanas para cambiarlas desde el frente oriental al occidental, donde podrían matar canadienses. Trotsky fue a prisión por cinco días.
Después, de improviso, los británicos (a través del futuro socio de Kuhn, Loeb -Sir William Wiseman-) y los Estados Unidos (a través del ubicuo "Coronel" House) presionaron al gobierno canadiense para que dejara en libertad a Trotsky. Por lo tanto, con un pasaporte americano, Trotsky volvió a encontrarse con Lenin. Se juntaron y, en noviembre, a través de soborno, astucia y brutalidad, pudieron, con la punta de las bayonetas, obligar a las masas a aceptar el traspaso de "todo el poder a los soviets". Los comunistas llegaron al poder capturando un mero puñado de ciudadanos claves. De hecho, prácticamente toda la Revolución Bolchevique tuvo lugar en una ciudad - Petrogrado. Fue como si todos los Estados Unidos se volvieran comunistas, porque una chusma dirigida por los comunistas se tomara Washington D. C. Pasaron años antes que los soviéticos consolidaran el poder a través de Rusia.
Los alemanes, con el problema encima, tuvieron una excusa plausible para financiar a Lenin y Trotsky. Los dos alemanes más responsables del financiamiento de Lenin eran Max Warburg y un ruso desplazado llamado Alexander Helphand. Ellos podían argumentar que estaban sirviendo a la causa de su país al ayudar y financiar a Lenin. Sin embargo, estos dos "patriotas" alemanes no se preocuparon de informar al Kaiser de su plan para fomentar una revolución comunista en Rusia. El cuadro toma otra dimensión cuando se considera que el hermano de Max Warburg era Paul Warburg, el más interesado en establecer el Sistema de Reserva Federal y quien, desde su posición en el Consejo de Directores de la Reserva Federal, jugó un papel clave en el financiamiento del esfuerzo de guerra americano (cuando las noticias goteaban en diarios americanos acerca del hermano Max manejando las finanzas alemanas, Paul renunció a su puesto en la Reserva Federal, sin pena ni gloria). De aquí en adelante la trama es repugnante.
El suegro del hermano de Max Warburg, Félix, era Jacob Schiff, el socio principal en la Kuhn, Loeb y Cía. (Paul y Félix Warburg, ustedes recordarán, también eran socios en Kuhn, Loeb y Cía. mientras Max operaba el banco de la familia Rothschild en Francfort). Jacob Schiff también ayudó a financiar a León Trotsky. De acuerdo al N. Y. Journal-American, del 3 de febrero de 1949: "Hoy el nieto de Jacob, John Schiff, estima que el viejo botó 20 millones de dólares por el triunfo final del Bolchevismo en Rusia" Una de las mejores fuentes de información sobre el financiamiento de la revolución Bolchevique es Czarism and the Revolution, escrito por un importante General ruso blanco, llamado Arséne de Goulevitch, quien fue el fundador de la Unión de los Ciudadanos Oprimidos en Francia. En este libro, escrito en francés y luego traducido al inglés, De Goulevitch anota:
"Los principales proveedpres de los fondos de la revolución, sin embargo, no eran ni los ricos millonarios rusos ni los bandidos armados de Lenin. La ‘verdadera' plata venía principalmente de ciertos círculos británicos y americanos que, por mucho tiempo, habían prestado su apoyo a la causa revolucionaria rusa..."
De Goulevitch continúa:
"El importante papel jugado por el acaudalado banquero americano Jacob Schiff en los eventos de Rusia, aunque todavía está sólo parcialmente revelado, ya no es más un secreto".
El General Alexander Nechvolodov es citado por De Goulevitch, de haber manifestado en su libro sobre la Revolución Bolchevique:
"En abril de 1917, Jacob Schiff declaró públicamente que era gracias a su aporte financiero que la revolución en Rusia había tenido éxito."
"En la primavera de ese mismo año, Schiff comenzó a subvencionar a Trotsky. ..."
"Simultáneamente, Trotsky y Cía. también estaban siendo subvencionados por Max Warburg y Olaf Aschberg, del Nye Banken de Estocolmo. ... el Rhine Westphalian Syndicate y Jivotovsky..., cuya hija casó después con Trotsky."
Schiff gastó millones por derrocar al Zar y más millones para derrocar a Kerensky. Mandaba dinero a Rusia hasta mucho después que las verdaderas intenciones de los bolcheviques fueran conocidas en el mundo. Schiff juntó US$ 10 millones, supuestamente para ayuda de guerra a los judíos en Rusia, pero eventos posteriores revelaron ser un buen negocio de inversión (Forbes, B. C. Men Who Are Making America, pp. 334-5). De acuerdo a De Goulevitch:
"El señor Bakhmetiev, el último Embajador imperial ruso en los Estados Unidos, nos cuenta que los bolcheviques, después de la victoria, transfirieron 600 millones de rublos en oro, entre los años 1918 y 1.922, a Kuhn, Loeb y Compañía" (firma de Schiff).
La participación de Schiff en la revolución bolchevique, aunque ahora naturalmente negada, fue bien conocida entre los Servicios de Inteligencia de los Aliados de la época. Esto llevó a que se hablara mucho que el bolchevismo era un plan judío. El resultado es que el tema del financiamiento de la toma de posesión comunista sobre Rusia se hizo tabú. Evidencia posterior indica que el financiamiento de los bolcheviques estaba en manos de un sindicato de banqueros internacionales que, además del grupo Schiff-Warburg, incluía los intereses de Morgan y Rockefeller. Los documentos dan testimonio que la Organización Morgan puso por lo menos US$ 1 millón en el equipo revolucionario rojo. Había aun otro financista de la revolución bolchevique muy importante: era un inglés extremadamente rico llamado Lord Alfred Milner, el organizador y jefe de una sociedad secreta llamada el "Grupo de la Mesa Redonda", que era respaldada por Lord Rothschild (discutido en el próximo capítulo).
De Goulevitch nos hace notar más adelante:
"El 7 de abril de 1917, el General Janin hizo la siguiente introducción en su diario ('Au G. C. C. Russé'. Le Monde Slave, Vol. 2, 1927, pp. 296-297): Larga entrevista con R., quien confirmó que yo había sido descubierto por M. Después de referirse al odio alemán suyo y de su familia, se va al tema de la revolución que, según dice, estuvo manejada por los ingleses, más precisamente por Sir George Buchanan y Lord (Alfred) Milner. Petrogrado, en ese momento, estaba lleno de ingleses... El podría, aseguró, nombrar las calles y los números de las casas en que los ,agentes británicos estaban alojados. Ellos fueron informados, durante el levantamiento, de haberse distribuido dinero a los soldados y haberlos incitado a amotinarse".
De Goulevitch continúa revelando: "En entrevista privada, he sido informado que más de 21 millones de rublos fueron usados por Lord Milner en el financiamiento de la revolución rusa". Debería ser anotado, entre paréntesis, que Lord Milner, Félix y Max Warburg representaban a "sus" respectivos países en la Conferencia de Paz en París, al concluir la I Guerra Mundial. Si de alguna manera podemos atribuir el financiamiento de Lenin al "patriotismo" alemán, ciertamente no podemos pensar que fue "patriotismo" el que inspiró a Schiff, Morgan, Rockefeller y Milner a financiar a los bolcheviques. Gran Bretaña y América estaban en guerra con Alemania y eran aliados de la Rusia Zarista. Librar a docenas de divisiones alemanas para cambiarlas del frente oriental a Francia y matar cientos de miles de soldados británicos y americanos, fue algo más que traición.
En la revolución bolchevique vemos muchas de las antiguas caras que fueron responsables de crear el Sistema de Reserva Federal, iniciar el impuesto graduado a la renta, establecer fundaciones libres-de-impuesto y empujarnos a la I Guerra Mundial. De cualquier modo, si usted concluye que esto es nada más que coincidencia, su nombre será inmediatamente borrado del registro socialista. Ninguna revolución puede tener éxito sin organización y dinero. "Las masas oprimidas", generalmente, dan poco de lo primero y nada de lo último. Pero los Privilegiados de la cima se las pueden arreglar con ambas. ¿Cuál era la posible ganancia de estas gentes en el financiamiento de la revolución rusa? ¿Qué ganaban manteniéndola viva y a flote, o, durante los años de 1920, invirtiendo millones de dólares en lo que Lenin llamaba su Nuevo Programa Económico, salvando a los soviéticos de la ruina? ¿Por qué estos "capitalistas" hacían todo esto? Si el destino de uno es la conquista global, hay que empezar en alguna parte. Puede o no puede haber sido coincidencia, pero Rusia era uno de los países europeos más importantes que carecían de Banco Central. En Rusia, por primera vez, la conspiración comunista ganó una sede geográfica desde la cual podía enviar ataques contra las otras naciones del mundo. El Occidente ahora tenía un enemigo.
En la revolución bolchevique tenemos a los hombres más ricos y poderosos del mundo financiando un movimiento que sostiene que su propia existencia está basada en el concepto de despojar de sus fortunas a hombres como los Rothschild, los Rockefeller, los Schiff, los Warburg, los Morgan, los Harriman y los Milner (todos judíos). Pero, obviamente, estos hombres no tienen temor del comunismo internacional. Es lógico suponer que si ellos lo financiaron y no le temen, debe ser porque ellos lo controlan. ¿Puede haber otra explicación que tenga sentido? Recuerden que por más de 150 años ha sido procedimiento normal de operación de los Rothschild y sus aliados el de controlar ambos lados en todo conflicto. Debe tener un "enemigo" si va a cobrar al rey. El balance de poderes Oriente-Occidente es la política usada como una de las principales excusas por la socialización de América. Aunque no era su principal propósito, nacionalizando a Rusia los Privilegiados adquirieron un gran bien raíz, pleno de derechos mineros, por un monto cercano a los US$ 40 millones.
Sólo podemos tener teorías sobre el modo en que Moscú es controlado desde Nueva York, Londres y París. Mucho de este control es económico, sin duda, pero es seguro que los banqueros internacionales tienen a alguien dentro de Rusia que les exige a los líderes soviéticos mantenerse en línea. La entidad puede ser SMERSH, la organización de asesinato comunista internacional, descrita en testimonios ante los comités del Congreso ,y por Ian Fleming en sus libros de James Bond. Porque aunque las novelas de Bond eran salvajemente imaginativas, Fleming había estado en la Inteligencia de la marina británica, mantuvo excelentes contactos secretos alrededor del mundo y tenía reputación de ser un agudo estudiante de la conspiración internacional.
Sin embargo, sabemos que un grupo de financistas americanos no sólo ayudó a establecer el comunismo en Rusia, sino que se esforzó poderosamente para mantenerlo vivo. Desde 1918 este grupo ha estado comprometido en transferir dinero y, probablemente, lo que es más importante, en transferir información técnica a la Unión Soviética. Esto lo demuestra claramente el letrado Anthony Sutton, del Instituto Hoover sobre Guerra, Revolución y Paz, de la Universidad de Stanford, en su historia en tres tomos llamada Western Technology and Soviet Economic Development. En su mayoría usando documentos del Departamento de Estado, Sutton muestra terminantemente que todo lo que los soviéticos poseen ha sido virtualmente adquirido del Occidente. No es una exageración decir que la URSS fue hecha en USA. Los pintores de paisajes, incapaces de refutar el monumental saber de Sutton, sencillamente lo pintan fuera del cuadro.
LOS ROCKEFELLER Y LOS ROJOS
Los americanos más importantes entre aquellos personajes "distintos" que manejan el mundo desde atrás del telón, son los Rockefeller. El clan Rockefeller ha trabajado con los Rothschild y sus agentes desde 1880, cuando el original John D. se ingeniaba para obtener una rebaja en cada barril de aceite que él y sus competidores embarcaban en los ferrocarriles Pennsylvania, Baltimore and Ohio, que eran controlados por la Kuhn, Loeb y Cía. Ha sido una sociedad exitosa desde entonces, a pesar que parece haber habido áreas en las cuales las dos dinastías financieras competían. La implicancia de los Rockefeller con sus supuestos enemigos sangrientos, los comunistas, data de la revolución bolchevique. Durante 1920, Lenin estableció su Nueva Política Económica (el mismo nombre que el señor Nixon aplicó a su control de precios y salarios) cuando los supuestamente odiados capitalistas fueron invitados de vuelta a Rusia.
Los Privilegiados de la Reserva Federal -C. R. E.- empezaron a presionar para abrir la Rusia comunista a los comerciantes de Estados Unidos poco después de la revolución. Pero en ese momento la opinión pública estaba tan en contra de los bolcheviques por su barbarie, que fue política oficial del gobierno de los Estados Unidos no negociar con el gobierno fuera de la ley. Los Estados Unidos no reconoció oficialmente a los bolcheviques hasta 1933. Mientras tanto, la economía soviética estaba bamboleante y la gente se moría de hambre. El comunismo hubiera sufrido un colapso de no ser ayudado por los Privilegiados. Los bolcheviques fueron originalmente salvados del colapso por Herbert Hoover ( C.R.E. ), quien juntó dinero para comprar alimentos que habían sido apropiados por Lenin y sus gangsters. Lo usaban como instrumento para someter a los hambrientos campesinos, que habían estado resistiendo a sus recientemente impuestos amos esclavistas. Mientras el gesto "humanitario" de Hoover salvó el régimen soviético, la economía rusa aún estaba en completo caos. Ahí entraron los Vanderlip, Harriman y Rockefeller. De los primeros en entrar fue Frank Vanderlip, agente de los Rockefeller y uno de los conspiradores de la Isla Jekyl, presidente del First National City Bank de Rockefeller, que comparaba a Lenin con George Washington. (Louís Budenz, The Bolshevik Invasion of the West, Bookmailer, p. 115.)
Los Rockefeller confiaron a su agente de relaciones públicas, Ivy Lee, la tarea de vender al público americano la idea que los bolcheviques eran meramente idealistas incomprendidos, en realidad bondadosos benefactores de la humanidad. El profesor Anthony Sutton, de la Institución Hoover, de la Stanford University, anota en su autorizada obra Western Technology and Soviet Economic Development:
"Cor muy buen pronóstico, en las últimas 180 páginas, Lee concluye que el problema comunista es solamente psicolcgico. Cuando llega a este punto, él habla de los `rusos' (no de los comunistas) y concluye diciendo `que están muy bien'. Sugiere que los Estados Unidos no se debe comprometer en propaganda; hace un llamado a la coexistencia pacífica., y aconseja a los Estados Unidos que sería una buena política reconocer a la URSS y dar créditos anticipadamente". (Anthony Sutton: Western Technology and Soviet Economic Development, 1917-1930, Hoover Institution on War, Revolution and Peace, Stanford University, Caüf., 1968, p. 292.)
Después de la revolución bolchevique, la Standard de Nueva Jersey compró el 50 por ciento de los enormes campos petrolíferos de Nobel, en el Cáucaso, aunque la propiedad había sido teóricamente nacionalizada (O'Connor, Harvey, The Empire of Oil, Monthly Review Press, New York, 1955, p. 270). En 1927, la Standard Oil de Nueva York construyó una refinería en Rusia, ayudando así a los bolcheviques a levantar su economía. El profesor Sutton manifiesta: "Esta fue la primera inversión dé los Estados Unidos en Rusia desde la revolución" (Ibid., Vol. I, p. 38). Poco después de eso, la Standard Oil de Nueva York, y su subsidiaria, la Vacuum Oil Company, hicieron un trato para enviar petróleo soviético a los mercados europeos, y se informó que un préstamo de US$ 75.000.000 fue arreglado para los bolcheviques (National Republic, Set. 1927). No hemos podido saber si la Standard Oil fue teóricamente expropiada por los comunistas. Sutton escribe: "Sólo las concesiones del telégrafo danés, las concesiones japonesas de pesca, carbón y petróleo y el arriendo de la Standard Oil quedaron después de 1935" (Ibid., Vol. II, p. 17).
Dondequiera que fuera la Standard Oil, el Chase National Bank de seguro que la seguia. (El Chase Bank de los Rockefeller más tarde se combinó con el Manhattan Bank de Warburg, para formar el actual Chase Manhattan Bank.) Para rescatar a los bolcheviques, que supuestamente eran un demonio, el Chase National Bank influyó en el establecimiento de la Cámara de Comercio Ruso-Americana, en 1922. El presidente de la Cámara era Reeve Schley, un Vicepresidente del Chase National Bank (Ibid., Vol. II, p. 288). De acuerdo al profesor Sutton: "En 1925, las negociaciones entre el Chase y el Prombank se extendieron más allá del financiamiento de materias primas, y se planeó un programa completo para, financiar las exportaciones de materias primas soviéticas a Estados Unidos y las importaciones de algodón y maquinaria desde los Estados Unidos" (Ibid., Vol. II, p. 226). Sutton también informa que "el Chase National Bank y la Equitable Trust Company eran líderes en el negocio del crédito soviético" (Ibid., p. 277).
El Chase National Bank, de los Rockefeller, también estaba involucrado en la venta de bonos bolcheviques en los Estados Unidos, en 1928. Organizaciones patrióticas denunciaron al Chase como una "cerca internacional". El Chase fue llamado "una deshonra para América... Llegarían a cualquier extremo por ganarse unos pocos dólares" (Ibid., Vol. II, p. 291). El Congresal Louis MacFadden, presidente del Comité de la Comisión Bancaria, sostuvo en un discurso a sus camaradas: “El gobierno soviético ha recibido fondos de la Tesorería de los Estados Unidos a través del Consejo de la Reserva Federal y de los Bancos de la Reserva Federal, los que han actuado por intermedio del Chase Bank, del Guaranty Trust Company y otros bancos en la ciudad de Nueva York..." ..."Abra los libros de Amtorg, la organización mercante del gobierno soviético en Nueva York, y de Bostorg, la oficina general de la Organización Mercantil Soviética, y del State Bank de la Unión de las Repúblicas Soviéticas Socialistas, y estará impresionado de ver cuánto dinero norteamericano ha sido sacado desde la Tesorería de los Estados Unidos a beneficio de Rusia. Trate de encontrar qué negocio ha sido transado para el State Bank de la Rusia Soviética por su correspondiente, el Chase Bank de Nueva York..." ( Congres-sional Record, 15 de junio de 1933).
Pero los Rockefeller aparentemente no estaban solos en el financiamiento del brazo comunista de la conspiración de -los Privilegiados. De acuerdo al profesor Sutton: "... hay un informe en los registros del Departamento de Estado, que nombra a Kuhn, Loeb y Compañía (la importante y antiguamente establecida casa financiera en Nueva York), como financiero del Plan de Los Cinco Primeros Años. Ver: Departamento de Estado de Estados Unidos, registro decimal 811.51/3711 y 861.50. Plan de Cinco Años 236" (Sutton, op. cit., Vol. II, p. 340 n). El profesor Sutton prueba concluyentemente, en su historia de tres tomos sobre el desarrollo tecnológico soviético, que la Unión Soviética casi fue fabricada literalmente por los Estados Unidos. Sutton cita un informe de Averell Harriman al Departamento de Estado, en junio de 1944, manifestando:
"Stalin pagó tributo a la ayuda rendida por Estados Unidos a la industria soviética antes y durante la guerra. El dijo que cerca de dos tercios de la gran organización industrial de la Unión Soviética habían sido construidos con la ayuda o asistencia técnica de los Estados Unidos" (Sutton, op. cit., Vol. II, p. 3).
Recuerden que esto era en el momento que los soviéticos ya habían establecido una extensa red de espionaje en los Estados Unidos, y el Da¡ly Worker, diario comunista, llamaba constantemente a la destrucción de nuestra libertad y a la sovietización de América. Sutton muestra que no hay un segmento de la economía soviética que no sea el resultado de la transferencia de la tecnología occidental, particularmente de la americana. Esto no puede ser enteramente el resultado de un accidente. Por cincuenta años, el grupo de la Reserva Federal -C.R.E.-Rockefeller-Privilegiados- ha abogado y llevado a cabo políticas que aspiran al crecimiento del poder de su satélite, la Unión Soviética. Mientras tanto, América ocupa US$ 75 billones al año en su defensa, para protegerse de un enemigo que está siendo construido por los Privilegiados. Lo que ha sido verdadero en el pasado hoy es aún más válido. El líder en promover esta transferencia de tecnología y el incremento de ayuda y comercio con los comunistas, es el Consejo de Relaciones Exteriores.
El 7 de octubre de 1966, el Presidente Lyndon B. Johnson, un hombre que había asignado a un miembro del C.R.E. en prácticamente toda posición estratégica durante su administración, manifestó: "Pretendemos presionar a la autoridad legislativa para negociar convenios de comercio que extiendan un tratamiento de tarifas de naciones-más-favorecidas a los Estados comunistas europeos. . ." "Reduciremos los controles de exportación en el Comercio Oriente-Occidente, con respecto a cientos de ítem no estratégicos. .." El New York Times informó una semana después -el 13 de octubre de 1966-:
"Los Estados Unidos puso en práctica hoy una de las proposiciones del Presidente Johnson para estimular el comercio Oriente-Occidente, quitando las restricciones en la exportación de más de cuatrocientos artículos de primera necesidad a la Unión Soviética y Europa Central. . ."
"Entre las categorías de ítem que han sido seleccionadas para exportación, están las verduras, cereales, forraje, cueros, caucho crudo y manufacturado, pulpa de papel y papel de desecho, textiles y fibras textiles, fertilizantes crudos, minerales y desecho, petróleo, gas y sus derivados y compuestos químicos, anilinas, medicinas, fuegos artificiales, detergentes, materiales plásticos, productos metálicos y maquinaria e instrumentos profesionales y científicos".
Virtualmente, cada uno de estos ítem "no estratégicos" tiene un uso directo o indirecto en la guerra. Más tarde, ítem como compuestos para limpiar rifles, equipamientos -electrónicos y radares eran declarados como "no estratégicos" y absueltos para su envío a la Unión Soviética. El truco está en simplemente declarar casi todo como "no estratégico". Un arma de fuego todavía es considerada estratégica y, por lo tanto, no puede ser enviada a los comunistas, pero los instrumentos para hacer las armas y los elementos químicos para impulsar las balas han sido declarados "no estratégicos". Mientras tanto, cerca de 50.000 americanos han muerto en Vietnam. El Vietcong y los Norvietnamitas reciben el 85 por ciento de sus materiales de guerra desde Rusia y naciones del bloque soviético. Como sus economías son incapaces de apoyar una guerra, el brazo comunista de la conspiración necesitó ayuda del brazo capitalista financiero. Los Estados Unidos han estado financiando y equipando a ambos lados de la terrible guerra vietnamita, matando, por poder, a nuestros propios soldados. Nuevamente los paisajistas de la gran masa mantienen al público americano sin conocer este hecho comprobable.
No es sorprendente saber que los Rockefeller han sido los líderes en la defensa de este sangriento comercio. El 16 de enero de 1967, uno de los artículos más increíbles que nunca hayan aparecido en un periódico adornaba la primera página del diario del Establishment, el New York Times. Bajo el titular "Eaton se Une a los Rockefeller para Estimular Comercio con los Rojos" el artículo manifestaba: "Una alianza de fortunas familiares, uniendo Wall Street con el Medioeste, tratará de construir puentes económicos entre el mundo libre y Europa comunista". "La International Basic Economy Corporation, controlada por los hermanos Rockefeller, y la Tower International Inc., encabezada por Cyrus S. Eaton Jr., financiero de Cleveland, tienen planes de cooperar en la promoción de comercio entre los países de la Cortina de Hierro, incluyendo a la Unión Soviética. . ."
La International Basic Economy Corporation (IBEC) es manejada por Richard Aldrich, nieto del maquinador de la Reserva Federal, Nelson Aldrich, y de Rodman Rockefeller (C.R.E.), hijo de Rocky. El 20 de octubre de 1969, la IBEC anunció que N. M. Rothschild e Hijos, de Londres, habían entrado a la sociedad con la firma. Cyrus Eaton Jr. es hijo del notorio prosoviético Cyrus Eaton, quien inició su carrera como secretario de John D. Rockefeller. Se cree que el ascenso de Eaton al poder financiero resultó del apoyo de su mentor. El convenio entre la Tower International y la IBEC continúa siendo una vieja alianza. Aunque el nombre de Eaton no aparece en la lista de miembros del C. R. E., el Comité Reece, que investigó las fundaciones para el Congreso ' en 1953, descubrió que Eaton era miembro secreto. Entre los ítem "no estratégicos" que el eje Rockefeller-Eaton va a construir para los comunistas, se encuentran diez plantas de mercaderías de goma, incluyendo dos plantas de goma sintética cuyo valor es de US$ 200 millones. Mr. Eaton explica en el articulo de Times: "Esta gente está instalando plantas de automóviles, sabiendo que tienen que tener fábricas de neumáticos". Bajo la Administración Nixon, que, contrariando las promesas de la campaña, ha multiplicado el comercio con los rojos diez veces, empresas americanas están construyendo la fábrica de camiones más grande del mundo para los comunistas. Los camiones son máquinas de guerra necesarias para la nación y las fábricas de camiones pueden ser convertidas en la producción de tanques, como se hizo durante la I Guerra Mundial. Los Estados Unidos dio a los soviéticos la posibilidad de hacer camiones y los neumáticos (o rodaduras de tanques ) sobre los cuales ruedan.
Además, los Rockefeller y los Eaton están construyendo una planta productora de aluminio de US$ 50 millones para los rojos. Bajo la doctrina Johnson-Nixon, el aluminio para aviones jet es considerado "no estratégico". Aún más increíble es lo que Times revela: "El mes pasado, la Tower International llegó a una tentativa de acuerdo con la organización de patentes y licencias soviéticas, Licensintorg, cubriendo las futuras transacciones de licencias y patentes. Hasta ahora, dijo el Sr. Eaton, los rusos han dejado la compra y venta de licencias y patentes a la Amtorg Trading Corporation, agencia soviética oficial en este país para la promoción del comercio soviético-americano".
Esto significa que los Rockefeller y los Eaton tienen un monopolio en la transferencia de capacidad tecnológica a los supuestos enemigos de los superricos, la Unión Soviética. De acuerdo al Times: "El Dr. Eaton reconoció las dificultades que los representantes de Amtorg habían encontrado aquí, tratando de arreglar los acuerdos sobre licencias con las compañías americanas. `Como ustedes se pueden imaginar', dijo, ‘es prácticamente imposible que un ruso entre al departamento de investigación de una compañía aeroespacial americana y trate de conseguir la compra de una patente'. "
Seguramente que todo americano leal se dirá a sí mismo: "Bueno, espero en Dios que los soviéticos no puedan entrar a nuestras plantas de defensa y comprar una patente". Los Rockefeller y los Eaton han resuelto ese problema a los comunistas. Ahora, en lugar de tratar con una agencia oficial del gobierno soviético, los negocios americanos serán preocupación de los Rockefeller. Mientras tanto, cerca de 50.000 americanos han muerto en Vietnam, muchos de ellos asesinados por las armas que directa o indirectamente los Rockefeller han proporcionado a nuestros enemigos confesos. Sólo una técnica de ausencia de una formal declaración de guerra impide que los Rockefeller sean procesados por traición, por estar inmiscuidos en los sangrientos negocios de los americanos muertos en la guerra. Así, a través de la adquisición de patentes para los comunistas, los Rockefeller están virtualmente a cargo de la investigación y desarrollo de la maquinaria militar soviética, permitiendo a los rusos la producción en masa de los desarrollos americanos. La transferencia de real conocimiento es aún más importante que la venta de armas. Un proceso que le ha tomado una década a una corporación americana para su desarrollo es traspasado "en bandeja" a los comunistas. ¿Tiene sentido el gastar US$ 75 billones anuales en defensa nacional, para después aumentar deliberadamente el potencial de guerra de un enemigo confeso? Para el Sr. Rockefeller y los Privilegiados, esto sí tiene sentido.
Desde el momento en que los Rockefeller pactaron con los soviéticos para el arreglo de las patentes, ellos son, por definición de diccionario, agentes comunistas. ¿O no sería más adecuado definir a los comunistas como agentes de los Rockefeller? Indicativo de esto fue el suceso que tuvo lugar en octubre de 1964. David Rockefeller, presidente del Chase Manhattan Bank y del Comité del Consejo de Relaciones Exteriores, tomó sus vacaciones en la Unión Soviética. Este es un peculiar lugar para tomar las vacaciones al "imperialista" más grande del mundo, ya que mucha de la propaganda comunista habla de despojar a David de su riqueza y distribuirla entre "el pueblo". Pocos días después del término de las "vacaciones" de Rockefeller en el Kremlin, el judio Nikita Khrushchev fue llamado de vuelta de sus vacaciones en el Mar Negro e informado que había sido despedido. ¡Qué extraño! Por lo que el mundo sabía, Khrushchev era el dictador absoluto del gobierno soviético, y, aún más importante, jefe del Partido Comunista, el cual maneja a la URSS. ¿Quién tiene el poder de despedir al hombre que supuestamente era el dictador absoluto? ¿Fue que David Rockefeller viajó a la Unión Soviética para despedir a un empleado? Es obvio que la posición de Premier de la Unión Soviética es sólo una figura cuyos poderes residen en otro lugár. Tal vez en Nueva York.
Por cinco décadas, los comunistas han basado su propaganda sobre el supuesto que ellos destruirían a los Rockefeller y otros superricos. No obstante, vemos que durante cinco décadas los Rockefeller han estado involucrados en la construcción del poder de los soviéticos. Se supone que nosotros creemos que estos cartelistas internacionales lo hacen por ser tontos o codiciosos. ¿Tiene esto sentido? Si un criminal recorre las calles, gritando con toda la fuerza de sus pulmones que apenas se apodere de una pistola matará a Joe Doaks, y si usted sabe que Doaks le da armas secretamente al criminal, una de dos cosas tiene que ser verdad. Doaks es un tonto o los gritos son un simple "show", porque el criminal trabaja secretamente para Doaks. Los Rockefeller no son tontos.
Mientras David corre con el cabo financiero de la dinastía Rockefeller, Nelson corre con el político. A Nelson le gustaría ser Presidente de los Estados Unidos. Pero, desgraciadamente para él, la vasta mayoría de su propio partido no lo acepta. La próxima cosa conveniente, fuera de ser Presidente, es controlar al Presidente. Se supone que Nelson Rockefeller y Richard Nixon son amargos competidores políticos. En cierto modo lo son, pero eso no impide que Rockefeller haga valer su dominio sobre el Sr. Nixon: Cuando el Sr. Nixon y el Sr. Rockefeller compitieron por la nominación republicana, en 1968, naturalmente que Rockefeller hubiera preferido ganar el premio, pero quien fuere el vencedor, sería-él quien controlaría el cargo supremo del país.
PARTE III
BRAZOS ISRAELITAS EN AUXILIO DE LA URSS
Un año antes de que se iniciara la guerra germano-soviética Hitler había extirpado ya la influencia desmoralizadora que el movimiento político judío ejercía en Alemania sobre el teatro, el cine, la prensa, la literatura, etc. (1). Esta tarea depuradora fue presentada en el extranjero como excéntrica y salvaje persecución". Pero el movimiento secreto judío no estaba vencido del todo en Alemania. Al iniciarse el auge del nacionalsocialismo, las grandes Logias Masónicas ofrecieron romper sus nexos internacionales, pero Hitler no creyó en eso y las disolvió en 1934. Aunque perdido ese eficaz brazo, el movimiento político judío tenía ocultos colaboradores suyos en !a maquinaria oficial, incluso en el Servicio Secreto Alemán. Esto último suena a fantástico, pero abundan pruebas de que así fue. Como antecedente histórico de esa increíble habilidad, ya en 1485 el movimiento judío se había apoderado en Zaragoza, España, “hasta del tribunal de Justicia y de los principales cargos, pues gran parte de los abogados de aquella ciudad eran judíos en su vida privada, y cristianos sólo en apariencia... En 1799 la tercera parte de¡ Episcopado español estaba bajo el control de francmasones y jansenistas. Llorente, secretario del Santo Oficio, al lado del Inquisidor General, estableció una Logia en el edificio mismo de la Suprema en l809”. (2)
Apenas Hitler terminó el plan para la invasión de la URSS, un informe secreto llegó a manos de Roosevelt y de su grupo de israelitas. Así !o revela un documento oficial de la Casa Blanca: "En el invierno de !94C-1941 este Gobierno recibió informes de que Alemania se disponía a atacar a la Unión Soviética. El señor Welles, Subsecretario de Estado, hizo llegar esta información al embajador ruso. El 20 de marzo de 1941 el señor Welles informó al embajador ruso Que este Gobierno tenía nuevos informes que confirmaban los anteriores" ("Paz y Guerra", Departamento de Estado de Estados. Cordell Hull).
Sin embargo, ese valioso informe de que Hitler marcharía sobre el bolchevismo y no contra ¡as naciones occidentales fue ocultado a la opinión pública norteamericana. Además, se le sustituyó por la mentira de que Estados Unidos se hallaba en inminente peligro y de que era ineludible que los americanos participaran en la lucha contra Alemania, cosa que se resistian a hacer. Nervioso ante esa resistencia, el 6 de enero de I941 Roosevelt trató una vez más de alarmar y desorientar al pueblo: "Nunca como hoy –dijo- se vio tan gravemente amenazada desde el exterior la seguridad de los Estados Unidos", y se cuidó de revelar (cosa que ya sabía) que Alemania agrupaba todos sus recursos contra el bolchevismo. A continuación agregó: "Aspiramos a un mundo que se funde en cuatro libertades humanas esenciales: libertad de palabra y de expresión; libertad de todo hombre para adorar a Dios a su manera; libertad para vivir exento de miseria y libertad para vivir exento de temor”.
Sólo la primera y la última de esas cuatro libertades habían sido coartadas en Alemania, específicamente en perjuicio de los marxistas y de las organizaciones masónicas, pero las cuatro habían sido sangrientamente proscritas en la URSS. Si Roosevelt en realidad hubiera estado al servicio de la libertad, no habría solapado y defendido al imperio bolchevique, donde no existía, por ejemplo, la libertad de "adorar a Dios", que sí se ejercía públicamente en Alemania. (3) En cuanto a miseria, había más en Rusia que en Alemania; y respecto a libertades personales y de expresión, eran más bárbaramente suprimidas por Stalin que por Hitler. Como preámbulo de la ayuda armada para Rusia, el 6 de enero de 1941 Roosevelt pidió al Congreso I 1,000 millones de dólares más para armamento. Cuatro días después envió a Londres a su consejero Hopkins para alentar a Churchill a no aceptar la paz que Hitler seguía ofreciendo en vísperas de invadir a la URSS.
Y a fin de estrechar más el frente bolchevique judío, el 20 de junio de 1941 el embajador americano en Londres se entrevistó con el Primer Ministro Inglés. ''Me trajo -dice Churchill en sus Memorias-, la seguridad del Presidente Roosevelt de que si Hitler atacaba a Rusia él me ayudaría en cualquier gestión, dando la bienvenida a Rusia como aliada. Mi secretario particular, Mr. Colville, me preguntó el 2 1 de junio que si para mí, archianticomunista, el apoyo a Rusia no equivalía a inclinarme en la Casa de Rimón; yo contesté: de ninguna manera; sólo persigo un fin, que es la destrucción de Hitler, y mi vida se ha simplificado mucho de esta manera. Si Hitler invadiera el infierno, haría yo por lo menos una referencia favorable al diablo en la Cámara de los Comunes".
En efecto, así fue. La invasión de Rusia comenzó el 22 de junio y Churchill le abrió públicamente los brazos a la URSS, en su histórica declaración ante la Cámara de los Comunes. En esa fecha quedó plenamente demostrado que e! Imperio Británico no combatía por ideales de libertad, puesto que se unía a la más sangrienta tiranía de la Historia, y precisamente a una tiranía que proclama tomó meta la imposición mundial de su dictadura marxista. Ese mismo día Roosevelt ordenó al Subsecretario de Estado, Mr. Welles, que anunciara -sin ninguna autorización de la opinión pública ni del Congreso- que Estados Unidos apoyaba a la URSS porque era una "democracia agredida". Al mismo tiempo Hopkins, asesor de Roosevelt, fue el 30 de junio al Kremlin a ofrecer el incondicional apoyo de Estados Unidos, para lo cual el pueblo norteamericano ni siquiera había sido consultado. En el juego de los compromisos judaicos sólo se le reservó a ese pueblo un sitio prominente en el sacrificio de trabajo y sangre.
William C. Bullit, ex embajador de Washington en Moscú, dice en "La Amenaza Mundial" que "HopKins no pidió nada a cambio de tal ayuda, ni hizo referencia al interés vital que tienen los Estados Unidos en que Europa sea libre. Una segunda y espléndida oportunidad para servir a nuestros intereses y a los de Europa y de la paz se presentó mientras prestábamos ayuda a Rusia cuando M. Averell Harriman y Lord Beaverbrock conferenciaron con Stalin entre el 26 de septiembre y el 10 de octubre de 1941. Pero tampoco se aprovechó. Sólo se pidió que Rusia amainara la propaganda antirreligiosa porque esto provocaba crítica en la prensa americana. Y Stalin suspendió la revista El Ateo".
Fue ésa una de las maniobras más sucias contra el pueblo norteamericano; no se pedía a Stalín que rectificara su política anti-reliqiosa, sino simplemente que la ocultara un poco y contribuyera así al engaño de la opinión pública estadounidense, lo cual era indispensable para proseguir la ayuda americana a la URSS. El escritor Sherwood refiere (4) que Hopkins se quejaba de que "toda la población católica" de Estados Unidos se oponía a ayudar a los bolcheviques. Y por eso, precisamente, se le pedía a Stalin que contribuyera a engañar a los católicos haciéndoles creer que el marxismo prescindía súbitamente de su esencia antirreligiosa. Roosevelt y sus asesores judíos sabían perfectamente que esa "conversión" era falsa, tanto así que Mr. Harriman (hebreo) informó confidencialmente a la Casa Blanca que el culto religioso seguía siendo perseguido en Rusia y que nadie menor de 30 años podía practicarlo.
"Desde luego -decía su informe- incurre en delito grave cual quiera que imbuye ideas religiosas a los menores de 16 años... Las prácticas religiosas sólo se toleran bajo una estrecha vigilancia de la GPU, a fin de mantenerlas sometidas a una rigurosa fiscalización, como un fuego que se deja arder mientras es fácil aplastarlo de un pisotón. . . es incuestionable que los comunistas proseguirán la educación antirreligiosa de los jóvenes hasta los 16 años".
Sin embargo, de todo esto se guardaba silencio, y en cambio el cierre de la revista "El Ateo" se presentaba como la conversión de la URSS. Era el contubernio de los judíos del Kremlin y de la Casa Blanca para engañar al pueblo norteamericano. El mismo contubernio que realizó el milagro de que los norteamericanos, esencialmente enemigos de la tiranía bolchevique, fueran insensiblemente empujados a combatir por ella. Nervioso ante el ataque alemán a la URSS, Roosevelt burló las leyes de neutralidad y ordenó congelar los créditos de Alemania en Estados Unidos y cerrar consulados. En septiembre el Canadá fue forzado a entrar en la guerra contra los alemanes. Y más nervioso aún con las primeras derrotas soviéticas, Roosevelt ordenó ocupar Islandia para usarla como base antisubmarina y el 17 de noviembre dispuso que los mercantes americanos fueran artillados, que llevaran armas a la URSS y que abrieran el fuego contra los submarinos germanos. Seis meses antes la Marina había querido eliminar de sus filas a los comunistas y Roosevelt había dicho al Secretario Frank Knox y al contraalmirante Adolphus Staton: "Los Estados Unidos están obligados a no oponerse a las actividades del Partido Comunista en Norteamérica". (5) Este partido había sido fundado en Estados Unidos por los judíos Harold E. Ware, War) Recht, Sidney Hollman, Josif Schlossberg, Abraham Schiplacoff y otros también originarios de Rusia.
En realidad, el israelita Roosevelt comenzó a ayudar a la URSS desde que tomó posesión como presidente de Estados Unidos, pues inmediatamente restableció las relaciones con Moscú y propició el envío de ingenieros americanos para impulsar la industria soviética, en particular la electrificación. Más de diez millones de judíos-rusos supieron desde 1932 que sus hermanos de Norteamérica estaban prestos a defender al marxismo.
LA COALICION MAS GRANDE DE LA HISTORIA
Rusia con la sexta parte de la tierra del planeta, con 202 millones de habitantes, con un segundo lugar mundial como productor de trigo, de hierro, de oro y de energía eléctrica, quedó colocada en el frente principal de Alemania. Inmediatamente después, como arsenal soviético, fueron lanzados a la lucha los inmensos recursos de Estados Unidos, con sus 150 millones de habitantes y el 40% de la riqueza mundial. Sirviendo de puente entre la URSS y Roosevelt, el Imperio Británico contribuía con el esfuerzo de sus 45 millones de habitantes y sus 30 millones de súbditos distribuidos en colonias que totalizaban 36 millones de kilómetros cuadrados. Tan sólo esas tres potencias representaban un conglomerado de 397 millones de habitantes (sin incluir los 300 millones de súbditos ingleses), con los recursos territoriales de 67 millones de kilómetros cuadrados. Alemania, con 80 millones de habitantes y medio millón de kilómetros cuadrados, era la meta de esa coalición. Mas poseía una fuerza dinámica tan grande, debido al movimiento antibolchevique creado por Hitler, que para aniquilarla iban a necesitarse cinco años de desproporcionada lucha.
Al iniciarse la guerra germano-soviética Roosevelt movilizó todos los recursos de la nación para ponerlos incondicionalmente al servicio de la URSS. El 25 de agosto de 1941, ingleses y soviéticos invadieron a Irán, país neutral, a fin de asegurar una ruta de abastecimiento para la URSS. Entretanto, Roosevelt ordenaba cargar armas en veintenas de barcos y enviarlas al Ejército Rojo, parte por Irán y parte por el Mar del Norte. Hopkins conferenciaba en el Kremlin sobre los abastecimientos más urgentes y al mismo tiempo otro judío, Bernard M. Baruch, trazaba en Washington el plan de movilización industrial. En ese entonces Estados Unidos y Alemania no se hallaban en guerra; Alemania no había ofendido en lo más mínimo al pueblo norteamericano ni le había hecho la menor demanda que pudiera inquietarlo, y en cambio Roosevelt no cesaba de empujar al país a la contienda. sin la anuencia del Congreso ni de la opinión pública. Conocedor de la inconcebible conjura judía, Henry Ford se resistía a cumplimentar los pedidos de armamentos. 21 años antes había escrito en El Judío Internacional:
"Bernard M. Baruch, judío, ha sido llamado el procónsul de Judá, el Disraeli americano. (6) Súbitamente surgió del anonimato en 1915 y formó parte en la Junta de Asesores consejeros de la Casa Blanca. Entonces el Presidente Wilson preparaba su reelección mediante la mentira de que mantendría a Estados Unidos alejado de la guerra. Baruch formó también parte del Comité de Defensa Nacional (1915) y de la Junta Industrial de Guerra... Ni en la guerra ni en la paz el Presidente Wilson procedió por su propia cuenta. Tras de él estaba incesantemente Baruch, quien lo acompañó a París, a la Junta de la Paz. 30,000 millones de dólares costó a Estados Unidos la guerra, de los cuales 10,000 fueron prestados a los aliados. Toda esta fortuna la manejó Baruch. La organización del empleo de los capitales incumbió nominalmente a la Junta de Inversión de Capitales, a cuya cabeza figuró el judío Eugenio Meyer, hijo... Lo referente al vestuario del ejército estuvo controlado por Eisenmann, judío. El abasto del cobre, por Gudgenheim, también judío".
Y la historia se repitió en 1941. El plan de movilización fue trazado por el judío Baruch, y el Presidente de la Junta de Distribución de Municiones fue Hopkins, el protector de las maniobras judías. Muchos norteamericanos advertían esa sospechosa ingerencia hebrea y el escritor Hugh S. Johnson denunció que nadie había elegido a Hopkins para cargo alguno, no obstante lo cual su influencia era decisiva en el destino de Estados Unidos. El representante popular John W. Taber censuró acremente el 16 de marzo de 1942 la tortuosa política de Hopkins, pero éste continuó desamparando a los contingentes de McArthur en el Pacífico y encauzando todo el material bélico americano hacia la URSS.
Naturalmente eso se hacía con aprobación de Roosevelt. Mark S. Watson refiere (7) que Roosevelt se hallaba preocupado por las victorias alemanas en Minsk, Smolensk y Kiev, y se mostraba "impaciente" por acrecentar la ayuda al ejército rojo. En este sentido apremiaba constantemente al Secretario de la Defensa. El pueblo americano no había aprobado esa guerra no declarada contra Alemania, a favor de) comunismo, pero Roosevelt y su camarilla judía ya la habían desencadenado. Para dorar la píldora Roosevelt y Churchill proclamaron el 15 de agosto (1941) la famosa Carta del Atlántico, cuyos puntos básicos de libertad no eran ciertamente respetados por la URSS. Redondeando la sarcástica burla a los pueblos occidentales, Stalin se adhirió a esa Carta. El diplomático americano William C. Bullit escribió al respecto: "Se hizo creer entonces que Rusia se había reformado. Esta campaña sistemática para engañar al pueblo de los Estados Unidos en lo referente al carácter y a los fines del gobierno soviético tuvo éxito" ("La Amenaza Mundial").
Detrás de los falsos cantos de libertad y democracia se agigantaba la ayuda a la peor tiranía conocida en la historia. Convoyes enteros con armas zarpaban para apuntalar al ejército rojo. Y el I I de septiembre (1941) Roosevelt se quejaba sin sonrojo de que los submarinos nazis hundían algunos de sus barcos. Describía tal cosa como un acto de barbarie y anunciaba que a partir de esa fecha la flota americana escoltaría los convoyes. Bullit afirma que esos envíos de armas costaron diez mil millones de dólares y hace la observación de que Rusia seguía siendo una dictadura que se diferenciaba de la de Hitler por el hecho de que éste perseguía a los judíos, en tanto que "Stalin no mataba más que a los nobles y ricos y a los que habían provocado su disgusto".
¡Era ésa una diferencia fundamental!. Tanto así que ahí residía la clave de la alianza entre los judíos que rodeaban a Roosevelt y el régimen marxista-judío de la URSS. El movimiento israelita internacional acudía a luchar contra Hitler y socorría presurosamente al régimen bolchevique, creación brillante del judaísmo representado por Marx, Engels y Lenin. Cuando todavía el sortilegio de la propaganda no adormecía a la opinión pública, para todo el mundo resultaba inconcebible cómo Estados Unidos -sede de enormes capitales- podía defender tan decididamente a una potencia enemiga del capital, como la URSS. La explicación es tan sencilla como increíble a primera vista: tanto el supercapitalismo forjado en Wall Street como el bolchevismo forjado en Rusia son instrumentos del judaísmo. Tan judíos los magnates de las grandes especulaciones financieras de la Bolsa de Valores de Nueva York como Marx el padre intelectual del bolchevismo, y como Lenin, Trotsky, Kamerlev, Zinoviev y Ouritsky, implantadores de la tiranía soviética en Rusia.
Entre esas dos ramas del judaísmo puede haber grandes diferencias e incluso enemistades, pero toda discrepancia desaparece en cuanto surge un enemigo exterior, como fue Hitler. El establecimiento del comunismo en un país no afecta en nada al capitalismo judío. Al que aniquila es al capitalismo no judío. Por lo demás, el movimiento judío-marxista se convierte en el dueño absoluto del Estado y de la economía. Es decir, todo el capital y todo el poder pasa a manos judías. Ya en 1911 los influyentes judíos norteamericanos Jacob Schiff. Jacob Furth, Luis Marshall, Adolfo Kraus y Enrique Goldfogle habían impulsado al Presidente Taft a que presionara al régimen zarista de Rusia, en pro de los judíos revolucionarios de Leningrado. Y en 1917 los capitalistas judíos de Nueva York acudieron en auxilio de la naciente revolución rusa. Khun Loeb, Félix Warburg, Otto Kahn, Mortimer Schiff y Olef Asxhberg ayudaron entonces económicamente a los revolucionarios soviéticos.
No era, pues, en 1941, la primera vez que el núcleo super capitalista judío de Estados Unidos (que de ninguna manera debe ser identificado ni confundido con el pueblo ''norteamericano) acudía en auxilio del grupo bolchevique judío. Entre ambos extremos han existido siempre profundos lazos de hermandad. Otro síntoma de lo anterior es el convenio que la organización israelita norteamericana llamada Consejo de Relaciones Exteriores celebró con Rusia en 1926. El Consejo está dominado por el multimillonario judío Rockefeller, que oficialmente es protestante. El escritor americano Emmanuel M. Josephson reveló que dicho pacto financiero era un "Eje Rockefeller-Unión Soviética".
Así se integró una especie de yunque y martillo, gigantescos sistemas ideológicos (uno supercapitalista y otro bolchevique) entre los cuales los pueblos no judíos han venido siendo debilitados o destrozados en su economía o su cultura, y de tiempo en tiempo devastados por contiendas artificialmente provocadas. Aunque el judío repudia al no judío tan frenéticamente como repudia el hecho de mezclar su sangre con él, sabe utilizarlo con maravillosa agilidad para sus propios fines. "Una aptitud magistral del judío -dice Henry Ford- es la de concitar odios contra las personas a quienes trata de hostilizar; es uno de los medios de combate orientales más rastreros, y que sólo puede esgrimirse por personas de determinada predisposición''. Realmente se trata de una aptitud que se lleva en la sangre; quienes carecen de ella a duras penas pueden siquiera comprenderla. Esa habilidad judaica se puso premiosamente en juego para lanzar al pueblo norteamericano a una guerra de la que saldría en peores condiciones que antes de la "victoria".
Los americanos fueron arrojados mañosamente al abismo de una lucha contraria a sus propios intereses. Precisamente cuando las tropas alemanas se lanzaban a la batalla de Vyazma y Bryansk, el judío americano Averell Harriman anunciaba que Norteamérica daría a Rusia toda la ayuda militar posible hasta derrotar a Alemania. En ese entonces el pueblo americano se oponía inútilmente a la ayuda a Stalin. El 8 de octubre (1941) Roosevelt y su camarilla judía lograban que se destinaran 5,985 millones de Mares para ayudar particularmente al ejército rojo. Y el 9 de diciembre Roosevelt anunció por radio, 48 horas después del ataque japonés a Pearl Harbor, que "aunque Alemania e Italia no habían hecho declaración de guerra, se consideran en estos momentos tan en guerra con los Estados Unidos como puedan estarlo con Inglaterra y Rusia". Era ésa una declaración de guerra, después de varios años de una guerra no declarada. Alemania se vio atacada por Roosevelt en los precisos momentos en que el frente alemán en Rusia se cimbraba bajo la contraofensiva soviética de invierno. Un mes más tarde 27 países en guerra contra Alemania se comprometieron a no hacer la paz_ por separado. Prácticamente todo el mundo quedaba así alineado en la más gigantesca coalición de la Historia para salvar al marxismo israelita.
(1)
Esa influencia disolvente en el cine también la ejercen los productores
israelitas de Estados Unidos, e igualmente es palpable en México desde que el
cine mexicano cayó en sus manos (los Wallerstein, Kogan, Matouk, Mier, Brooks,
Ripstein, Wishñack, etc.).
(2)
Historia de! las Sociedades Secretas. Vicente de la Fuente (1817- 1889).
(3)
Simbólicamente las fuerzas armadas alemanas ostentaban la cruz negra que los
Caballeros de la Orden Teutónica habían llevado al Oriente pagano cuando
predicaban el cristianismo. Y el ejército rojo ostentaba la estrella judía,
aunque todavía carente del sexto pico, que significa Gobierno Mundial.
(4)
Roosevelt y Hopkins, Roberth. E. Sherwood.
(5)
Declaración del Contraalmirante Staton ante el Subcomité de Seguridad Interna
del Senado, el 2 de marzo de 1954.
(6)
Disraeli, escritor judío-inglés y Primer Ministro, tuvo decisiva influencia
política en Inglaterra desde 1868 hasta 1881.
(7)
Cómo se originó el Programa de la Victoria de 1941. Mark S. Watson, División
Histórica del Ejército de Estados Unidos.
Fuentes para elaborar este articulo sacadas de los libros, “Derrota Mundial”, “Los judios sobre si mismos”, “Nadie se atreve a llamarlo Conspiración”.